Kim Kardashian: Nació el 20 de octubre de 1980, en
Beverly Hills, California. Hija del millonario abogado y empresario de la
música, Robert Kardashian y la multifacética Kris Jenner. Fue criada en una
cuna de oro, razón por la cual no es una sorpresa que, hoy en día, sea una de
las mujeres más poderosas del mundo de la farándula internacional.
Carolina Jaume: Guayaquileña de sepa, nació un 08 de
octubre, en el año de 1985. Sus padres fueron la actriz y productora, Diana
Saporiti y el presentador del espacio de opinión “Visión”, Rafael Jaume. La
pequeña creció en el corre corre mediático, entre cables y pantallas, casi
destinada a ser la diva de la televisión nacional.
Es que Kardashian y Jaume son más que dos estrellas
octubrinas, pues su parecido sobrepasa
la coincidencia de su mes de cumpleaños. Las dos mujeres, voluptuosas,
sensuales, con un cuerpo más que privilegiado, son la fantasía de unos cuantos
y la envidia de otras. Y como si las curvas no fueran suficientes, su rostro
también se caracteriza por ser sinónimo de belleza. Rasgos delicados, ojos
cautivadores y labios que provocan hacen de estas dos damas el combo completo.
Pero más allá de la genética hay muchas historias y parecidos
por contar. Pues Carolina, poco a poco, se nos está convirtiendo en la futura
Kim Kardashian del Ecuador. Y esto porque Jaume supo comprender, al igual que
su amiga de Hollywood, que la farándula es el mejor negocio. La exposición que
brinda la televisión ahora rinde frutos más jugosos que las inversiones en la
banca. Si no me creen, pregúntenle a Kim, quien con su reality “Keeping up with
the Kardashians” y todas sus versiones adjuntas, ahora factura millones de dólares.
Y qué decir de su especial de boda, donde los derechos exclusivos se los llevó
E Entertainment y fue, definitivamente, el negocio de sus vidas. Aunque el amor
durará solo 73 días.
Carolina aún no tiene reality, pero sí, un programa muy visto:
Faranduleros S.A. Y su fama no es de hoy, pues ya había participado en otros espacios
como “Dueños del medio día” y “Las tardes son con Carolina”. Toda esta
exposición, junto con su belleza y estilo implacable la llevaron a convertirse
en el centro de atención de la farándula nacional. Y al igual que Kim, eso
ahora le rinde frutos. Las dos mujeres convirtieron la prensa rosa en un
negocio muy lucrativo. Kim, por su lado, montó su cadena de boutiques “Dash”.
La diva guayaquileña, no tiene su tienda propia, pero sí colabora con
diseñadores nacionales y prenda que viste, prenda que todos quieren.
De igual manera, el mundo de los cosméticos tampoco se les ha
escapado. Hace ya dos años, KK lanzó su línea de perfumes que, hasta hoy, es
uno de los más vendidos. Y nuestra Carolina está caminando en el mismo terreno,
pues piensa lanzar una fragancia que llevará su nombre. Y sin lugar a dudas,
será la más cotizada en todo el país. Y dejando de lado el merchandising, pero
entrando en el de los eventos, Kim y Carolina son las reinas del espectáculo.
Su agenda está copada de “appearences” e inauguraciones que solo por tenerlas a
ellas en el programa, tienen un costo muy elevado.
Es que quieran o no, estas muchachas venden. ¡Y cómo lo
hacen! Todo como parte de su empresa: la Prensa Rosa Pues muchos podrán ser los
detractores de la imagen que se crea de estos personajes, pero no cabe duda que
se convierte en un negocio bastante lucrativo. De hecho, ahora existen más
realities y programas de farándula que llenan las parrillas. La gente lo
disfruta, lo consume y tanto Carolina como Kim Kardashian han hecho de ello un
mundo empresarial.
Tal parece que ahí están las nuevas inversiones del milenio!
Aunque no todos nazcan con la estrellita de octubre, como estas dos divas.